بسم الله الرحمن الرحيم
Salvo para cagarse en él y para estar como él, los árabes tienen para cada ocasión una coletilla mentando a Dios. Estas breves invocaciones son usadas con profusión por todo hijo del vecino, desde el más salafista al más laico, y, aunque le dan sal a las conversaciones, encontrárselas a la hora de traducir puede ser un suplicio y un desafío a la naturalidad.
A continuación, con carácter enunciativo pero no restrictivo, y por supuesto sin afán proselitista, una pequeña serie de estas coletillas. Así de paso inauguramos el año (por cierto, ¡feliz 2014!) y “purificamos” un poco el ambiente antes de que Ana nos traiga la ristra de insultos libaneses que prometió en nuestra página de facebook. ¿Os sabéis alguno más?
Empezamos con uno muy sencillito y muy recurrente. Literalmente es “y Dios”, y se usa para remarcar la veracidad de lo dicho (por ejemplo: “أكيد شفت البابا لما زرت الفاتيكان؟” “والله”). Podemos establecer una especie de escala de intensidad: la fórmula más sencilla sería والله, tal cual, sin vocal final. Para añadirle más veracidad se le pone una kasra al final (واللهِ!), y para más entusiasmo aún se dice واللهِ العظيم. Comparte intensidad con esta última وحياة الله! (“por vida de Dios”), muy oída en Líbano. Otras fórmulas que podrían considerarse equivalentes serían أقسُم بالله (“lo juro por Dios”) y la grandilocuente وربّ الكعبة (“por el Dios de la Ka’aba”), que yo pensaba que era puramente retórica y que si acaso se utilizaba era con fines humorísticos, pero la he oído usar a más de un joven saudí.
La misma expresión en interrogación (والله؟) es una coletilla muy usada para mostrar sorpresa ante lo que te están contando.
Posiblemente, la más ubicua de todas cuantas veremos hoy. Literalmente “si Dios quiere”, esta expresión idiosincrásica de la creencia en la providencia divina, se usa siempre que se habla del futuro, ya sea de proyectos importantes (“إن شاء الله سأتزوج في تموز هذه السنة”) o de cualquier banalidad (“بكرا إن شاء الله رح زور الخياط”). Hay quien ve en ella la expresión idiosincrásica de la indolencia árabe, pues es una abierta invitación a la pereza (si Dios quiere, tal cosa pasará, y si no, no; así que no tengo por qué esforzarme, lo dejo en manos de Dios).
También tiene el significado de “ojalá”, palabra en nuestro idioma, por cierto, cuyo origen etimológico es el propio إن شاء الله (por ejemplo: “كيف الأمور؟ إن شاء الله خير”). Otra forma de expresar la idea, pero mucho más formal (es más fácil verla escrita que oírla) es بإذن الله (literalmente, “con el permiso de Dios”).
Estrechamente relacionada con la anterior, ما شاء الله (literalmente, “lo que Dios quiera”), tiene dos vertientes, una de ellas muy curiosa. El primer uso es para momentos de incertidumbre (“لا أعرف كيف ستكون نتائج الاختبار… ما شاء الله”). El segundo uso es para alejar el mal de ojo, y se dice cada vez que se menciona una virtud de alguien, pues, dado que todo lo bueno viene dado por Dios, si no se le reconoce cabe la posibilidad de que le arrebate a la persona en cuestión lo que previamente le ha dado. Así, por ejemplo, si la vecina te enseña su bebé tendrás que decir “شو حلو! ما شاء الله”, y si quieres elogiar a tu interlocutor por lo bien que habla árabe dirás “ما شاء الله! تحكي عربي كويس”. Por esa razón, es una frase que es muy común ver pegada a las lunas de los coches, colgada de retrovisores o añadida a edificios.
Se le puede añadir la preposición على seguida del pronombre de la persona a quien vaya referido: “ما شاء الله عليك! أنت شاتر بالرياضيات”. Para una dosis extra de piedad, se puede añadir el apéndice تبارك الله (bendito sea Dios): ما شاء الله تبارك الله.
En Líbano, por cierto, se usa mucho la expresión سمالله, una contracción de بسم الله, para las mismas circunstancias.
Muy parecido al anterior. Literalmente “la alabanza es para Dios”, su equivalente en español sería “alabado sea Dios”, “gracias a Dios” o incluso “menos mal”. También se menta cuando ocurre algo bueno, pero, a diferencia de ما شاء الله, que se utiliza para cualidades duraderas, الحمد لله se usa para estados más temporales: aprobar un examen, salvarse de un accidente, llegar a tiempo cuando parecía que no ibas a poder hacerlo…
Uno de los usos más extendidos de esta expresión es la de responder a un “¿qué tal?” (كيفك؟). En ese caso, según el tono, puede ser “muy bien”, “bien”, “vamos tirando”, “no me puedo quejar”, “ahí andamos”…
Dile a cualquier persona que sabes/estudias árabe y seguramente su reacción sea contestarte “salamalecom”, con mayor o menor fortuna en la pronunciación. En efecto, السلام عليكم (literalmente “la paz sea con ustedes”) es, junto con “inchallah” la expresión que más ha calado como paradigmática de la lengua árabe. Como saludo, según el país, puede resultar demasiado pesado o en excesivo formal (el caso de Líbano) o puede ser moneda de cambio (el caso de Arabia Saudí). La respuesta, como bien es sabido, es وعليكم السلام. Para más solemnidad, se puede completar la respuesta diciendo: وعليكم السلام ورحمة الله.
La versión completa del saludo (السلام عليكم ورحمة الله وبركاته, literalmente “la paz sea con ustedes, así como la misericordia y bendiciones de Dios”) es una manera muy formal de comenzar alocuciones públicas y correspondencia.
La gran mayoría de las obras de no ficción escritas en árabe comienzan con esta fórmula, que literalmente quiere decir “en el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso”. Sin embargo, su uso no se detiene ahí, sino que está muy muy extendido, dada la creencia en que todo lo que hace el ser humano en esta vida lo hace en nombre de Dios, y por ello es necesario encomendarse a él antes de comenzar cualquier tarea. Así, oiréis decir a un musulmán la expresión بسم الله en multitud de ocasiones: al empezar a comer, al montarse en un coche, al empezar un examen, al sumar el precio de los productos para darte el precio total, para darse ánimos al empezar un ejercicio con las pesas… La fórmula completa suele reservarse para ocasiones especiales, como discursos o escritura. Otra manera de formular la versión simple es diciendo يا ربّ (“oh, Dios”), que según el contexto puede ser también una expresión de resignación (algo así como un “ay, Señor, Señor…”).
Un clásico. A lo mejor pronunciado letra a letra no dice nada, pero en cuanto lo decimos de una manera relajada (“¡yalla, yalla!”) nos damos cuenta de que es omnipresente. Traducible por “venga” o “vamos”, esta invocación (que literalmente es un llamamiento a Dios) puede escucharse a todas horas en todos los países árabes.
La misma frase, pero pronunciada con más énfasis (“¡ya allaaaaah!”) es un que lanza quien está harto de una persona o situación (يا الله! وقّف تسميني ¨مادام”! ـ).
Literalmente, “sabe Dios”. Para cuando una respuesta es incierta. Ej: متى ستنتهي مسلسلة باب الحارة؟ الله يعلم. Otra que podría considerarse parecida es الله يوفّر (literalmente, “Dios proveerá”), que se aplica más a casos de incertidumbre material.
Literalmente, “Dios esté contigo”. Se trata de una manera muy corriente de despedirse que yo he escuchado principalmente en el Sham. Muy parecido a nuestro ya casi extinto “con Dios”. Se responde usando la misma fórmula.
Junto con الله أكبر (“Dios es el más grande”), esta es la fórmula de alabanza por antonomasia (literalmente, de hecho, significa “¡alabado sea Dios!”). Uno de sus usos más comunes, además del enaltecimiento, es el de exclamación ante espectáculos sorprendentes, maravillas de la naturaleza, bellezas que dejan atónito… Una especie de “¡la virgen!”, “¡Dios mío!”, “¡madre mía!”, “¡adiós!”, “¡guau!”.
Parecido a este, aunque tiene un grado mucho menor de sorpresa, es يا لطيف!!!, que no deja de ser una invocación a Dios usando uno de sus 99 nombres (el Amable).
No confundir con el anterior. Aunque esta también sea una fórmula de alabanza (que literalmente significa “no hay poder ni fuerza sino en Dios”), el contexto en que se utiliza es diferente: es una expresión que se utiliza cuando quieres contener tu rabia o cualquier otro sentimiento negativo, para no salirte de tus casillas (cuando te chocas con el coche, cuando te insultan y quieres soltar una galleta…). También es una reacción muy común al encontrarse con una catástrofe.
Los usos de esta frase no acaban aquí, pues al parecer existe un hadiz de Muhammad que dice: من قال (لا حول ولا قوة إلا بالله) كانت له دواء من تسعة وتسعين داء ايسرها الهم, es decir, «quien dice “no hay poder ni fuerza sino en Dios” tiene un remedio para 99 males, de los cuales el más simple es la tristeza de ánimo»).
Tras mencionar el nombre de un difunto se suele usar esta frase, que literalmente significa “que Dios se apiade de él”. Es, por tanto, un equivalente casi exacto de nuestro “que en paz descanse”.
Cuando nos referimos a un fallecimiento, para dar el pésame, se usan otras dos frases: إنا لله وإننا إليه راجعون (“de Dios somos y a Dios volveremos”) y البقاء لله (“solo Dios es inmortal”).
Literalmente, “que Dios te cubra”. Para esta expresión me han dado dos interpretaciones, según el sentido que se le dé a “cubrir”: La primera es que se trata de una especie de elogio al interlocutor, al que se desea que Dios le proteja. En este sentido, es similar a حيّاك الله (“que Dios te mantenga vivo”). La segunda interpretación me parece más sugerente, aunque no estoy tan seguro de su veracidad: lo usan las mendigas en Líbano (pero no los mendigos) para dirigirse a las transeúntes (y no a los transeúntes) y desearles que Dios tape los escándalos en que pueda estar envuelta, para que nadie se entere de sus pecados, una especie de pacto entre mujeres. Aún no he encontrado a nadie que interprete “cubrir” en su quinta acepción.
Una manera muy formal que se menciona después de dirigirse a alguien vivo, ya sea tu interlocutor en la correspondencia escrita o una tercera persona muy respetable. Significa “que Dios lo guarde”.
Una manera dialectal de decir “por favor”.
Muy parecida a حياك الله y الله يستر عليك en su primera acepción. Literalmente, “que Dios te conserve entre nosotros” . Es muy dialectal y muy adorable.
Esta frase la usa el creyente para encomendarle a Dios su protección. La primera parte (أعوذ بالله) quiere decir “Dios me proteja” y si le sigue la preposición من se puede añadir el elemento del que se busca protección: أعوذ بالله من الشيطان الرجيم (“que Dios me proteja de Satanás”), أعوذ بالله من الشر (“que Dios me proteja de la maldad”), أعوذ بالله من قهر الرجال (“que Dios me proteja del poder de los hombres”)…
Literalmente, “que Dios me perdone”. Para los sentimientos de culpa.
El equivalente exacto, tanto en significado como en uso, de “Dios no lo quiera”: se dice cuando se plantea una situación hipotética que comporta una desgracia para alguien. Ej: تصور، ما سمح الله، أن غدا صار لك حادث سير.
Cuando la desgracia o mal es inminente, se suele usar الله يساعدنا (“que Dios nos ampare”), frase que también puede usarse, por cierto, en tono de burla (en plan “madre mía, qué zoquete/pesado, Señor, dame paciencia”).
Para finalizar, vamos con un par de maldiciones que son insultos en toda regla, así vamos abriendo boca. El primero es el quizá para nosotros suave الله يلعن أباك, “Dios maldiga a tu padre”, que es garantía de guantazo. El segundo es الله بيخّرب بيتك, cuya traducción puede sonar cándida (“Dios destruya tu casa”), pero que, por lo menos en Líbano, no puedes usar más que con gente de confianza, pues es de lo más fuerte que puedes decir a alguien sin mentarle a la familia.
9 Comments
En Marruecos siempre dicen الله يحفظك a modo de saludo. Junto al ah Khoya dialectal. 😀
¡Muy interesante! Seguro que hay muchas más, pero la que se me ocurre inmediatamente es الخير د الله
Por ejemplo (marroquí): عندنا الخير د الله د الزَيتون
(Es la que he oído esta mañana).
Muchas gracias por el artículo.
¡Hola, Eva! Gracias por la aportación. ¿En qué ocasiones se utiliza?
Con el significado de “mucho”, como en la frase del ejemplo.
Estupendo! yo lo tenía en la recámara también, por que es un tema que persigo desde hace tiempo. Producimos en árabe un lenguaje nada expresivo y para lograrlo estas frases son indispensables, pero son muy idiomáticas (=su significado literal difiere mucho del funcional) y resultan complicadas desde el punto de vista cultural. Necesitan ser explicadas como lo hacéis vosotros.
Enhorabuena, las que habéis elegido son realmente las más frecuentes, ¡pero hay tantas! ¿dónde parar?
Un abrazo
Para leer más:
Islam in everyday arabic speech. M. Piamenta. Eiden. E.J. Brill 1979
Expresiones con la palabra Allah. En Curso de árabe marroquí.pag. 357. F. Moscoso. Universidad de Cádiz.2006
El nombre de Dios en la vida cotidiana del Magreb. Fernando Valderrama. Encuentro islamo-cristiano nº 193 Año 1988. Darek-Nyumba.
http://islamicbulletin.org/newsletters/issue_21_spanish/duaas.aspx
http://islamguadalajara.com/practica-del-islam/expresiones-arabes-con-su-traduccion-al-castellano/
http://islamparaelmundo.com/algunas-expresiones-arabes-que-usan-los-musulmanes-y-que-no-entendeis-en-los-comentarios/
http://www.slideshare.net/cabreramedina/jaculatorias-en-rabe-marroqui
Siempre tan atento, Aram, mil gracias por las referencias, son muy interesantes.
Tienes toda la razón del mundo: ¿cuándo parar? Estuve unas semanas recopilando las frases que iba leyendo y oyendo en un papel hasta que al final tuve que decidir parar, porque más que para un artículo iba a acabar dando para una tesis… 😛
Se me olvidaba citar el capítulo “Presencia de Dios en el discurso árabe” de Bárbara Herrero en “Actes de II congrés internacional sobre traducció UAB pags. 379-386
http://books.google.es/books?id=vIz8u_mAEoQC&pg=PA379&dq=arabe+marroqui&hl=es&sa=X&ei=uF__UorqK-me0QXa44D4Cg&ved=0CDQQ6wEwATge#v=onepage&q=arabe%20marroqui&f=false
Buenisimooooo tony!!!! Eres un crack 😉 Estos repasillos con tanto humor siempre vienen bien! Cuidate
¡Gracias, guapa! :*